Investigadores del INTA analizan cómo ajustar fecha y densidad de siembra para enfrentar la escasez hídrica y mejorar el rendimiento del cultivo.
La fecha y densidad de siembra impactan en la eficiencia hídrica.
En regiones con agua limitada, retrasar la siembra permite acumular más humedad y reducir la demanda hídrica en el período crítico, según Maximiliano Riglos, del INTA San Luis.
El ajuste de densidad mejora el acceso a recursos.
Reducir la densidad de siembra ayuda a cada planta a aprovechar mejor el agua, aunque un exceso en esta práctica puede afectar negativamente el rendimiento.
Evapotranspiración y rendimiento según la siembra.
Nicolás Rusoci señaló que las siembras tardías superan en rendimiento a las tempranas en condiciones críticas, aunque con diferencias en la evapotranspiración del cultivo.
Recomendaciones para maximizar la productividad.
Conocer las condiciones del lote es esencial. En zonas con heladas prolongadas, se prefieren siembras tardías, mientras que en años húmedos o con riego, adelantar la fecha puede ser una opción viable.