La escasez de tierras en la pampa húmeda impulsa la búsqueda de nuevas regiones productivas. San Luis, el sudoeste bonaerense y Río Negro ganan protagonismo gracias a su acceso a sistemas de riego y su potencial ganadero.

La demanda de tierras agrícolas y ganaderas en Argentina está experimentando una transformación. Mientras la pampa húmeda sigue siendo la región más codiciada, la falta de disponibilidad de campos productivos ha llevado a los inversores a explorar nuevas opciones. En este escenario, San Luis se posiciona como una de las provincias con mayor atractivo, junto con el sudoeste de Buenos Aires y algunas áreas de Río Negro.
Federico Nordheimer, CEO de Nordheimer Campos y Estancias, destacó esta tendencia y explicó que el interés en estas zonas está impulsado por la posibilidad de implementar sistemas de riego. “La eficiencia hídrica se ha convertido en una prioridad para el sector agropecuario. La disponibilidad de tierras y la capacidad de adaptarse a nuevas condiciones productivas son claves para garantizar la rentabilidad a largo plazo”, señaló.
El crecimiento de la demanda no solo se enfoca en tierras agrícolas, sino también en campos ganaderos. Históricamente, la inversión en este sector se ha mantenido estable, pero en los últimos años ha registrado un aumento debido a la escasez de tierras destinadas a la agricultura. Esta diversificación en las inversiones responde a la necesidad de mitigar riesgos y aprovechar oportunidades en distintas áreas productivas.
El futuro del mercado de tierras rurales en Argentina estará marcado por la búsqueda de nuevas regiones productivas, la adopción de tecnologías avanzadas y la optimización de recursos. La diversificación geográfica y la sostenibilidad serán factores determinantes para mantener la competitividad del sector agropecuario en los próximos años.